martes, 12 de agosto de 2025

Carta de despedida

Hace días dejaste de existir físicamente, después de muchos años, me dejaste sola. Me pidieron hablar en lo que en tu familia se conoce como "El domingo de decir adiós". 
Mi primera respuesta fue "¿Por qué? La respuesta de tu madre fué porque yo era más tu familia que muchos de ellos, quitando a tus hijos de esa afirmación. Acepté, porque muchas veces platicamos de eso. 
Entonces hice una lista de las cosas por decir, y comencé a recordarlas. 
Me conociste cuando nací, fui creciendo y te veía como el amigo de papá, fuí mamá a los 17 y te convertiste en mi ángel de la guarda. 
Venía caminando empujando una carreola y te acercaste para decirme: "ven las llevo", intentaste doblar el carruaje de mi hija y no pudiste, cambiamos de papel y cuando la cargaste me dijiste que siempre estarías para nosotras. Lo cumpliste. 
Seis meses después estaba mudandome y tú cargando cajas a mi lado. Recuerdo que me dijiste que tenía muchos libros y no tenía un librero, hiciste uno y lo llenaste. 
Siempre me acompañaste. 
Teniamos una blackberry, pero te gustaba escribirme correos electrónicos, apareció el WhatsApp, pero seguías enviando correos electrónicos, nos llamábamos y veíamos diario, pero seguías mandando correos electrónicos. 
Encontré muchas notas, muchos poemas, muchas cartas, muchos libros, muchas películas, muchos temas. 
Y es que entré nuestros quince años de diferencia, el alma jóven y el alma vieja, puedo decir muchas cosas. 
Más tarde escribiré tu despedida, por ahora escribo que me haces falta. 

baño para llorar

Llevo veinticuatro horas en el departamento y ya tengo un baño para llorar. Entro, lloro unos minutos y después de eso me lavo la cara con agua helada y salgo, desde mi perspectiva, como si nada hubiera ocurrido en ese pequeño espacio. 
Me senté en el taburete junto la ventana que da a la avenida más transitada de la ciudad, respiré mientras miraba las luces de los autos y escuchaba los sonidos del tránsito. 
Entonces busqué tu mirada, tu sonrisa de aprobación ante lo que estaba por hacer y la imaginé muy nítida. Es que durante los últimos veintidós años aprendí de tus miradas, tus gestos y tus arrugas. En el recuento de los daños me he enfrentado a realidades cada vez más fuertes: fuste la verdadera representación de amigo, compañero, cómplice y defensor. Puede que ese sea el motivo por el cual a veces me siento tan sola aún rodeada de muchas personas, doy todo mi corazón como me lo diste tu para que las personas que quiero estén bien. 
Sin embargo, he entrado en el bucle una vez mas. Recordaba a Mr. B, todo lo que compartimos en esa amistad tan buena, y como de pronto yo le "salaba" la relación y después básicamente ocurrió lo mismo recientemente con otra persona.
Y es que al recordar lo mucho que me hiciste falta después de el episodio de violencia que viví, de mi regreso a hogar familiar y de las tardes de soledad donde no podía ya llamarte y decirle que me gastaría hacer con él eso que tu hacías conmigo: sentarnos a leer y ver películas, sin hablar pero acompañándonos, me di cuenta que desperdicié mucho tiempo y aunque los últimos tres meses lo logramos hacer, perdimos muchos días y muchas noches juntos.
"Nadie sabe lo que tiene, hasta que lo pierde" y si es cierto, a ti te perdí y no hay manera de hacerte regresar, la realidad es que agradezco lo que viví a tu lado izquierdo, si lo contara tendríamos un super libro de aventuras de este par de locos que llegaron tarde pero siempre a tiempo.
Voy al baño para llorar, otra vez.

lunes, 4 de agosto de 2025

paseo de lunes.

Aproveché que me había levantado para distraerme antes del encierro. 
Le llamé a alguien que me había intentado sacar de casa y fuimos a un lugar en espera de encontrarme con muchas personas y mucho ruido, para ahuyentar mis pensamientos.
Lo que estaba siendo un día despejado, tranquilo y hermoso, se transformó al mirar a ese extraño del cual se el nombre, CURP, edad, signo zodiacal, color favorito, comida que odia, pasatiempo, música y hasta alergias. 
Así fue como decidí ser la persona que debía ser y alejarme, ya no vimos a las capibaras, pero vimos que a nuestra edad debemos hacer lo posible por dañar lo menos posible a los otros con nuestra presencia y hacerlos felices con la ausencia. 

04 de agosto

Lunes 4 y no estás...
A veces la vida es tan pero tan rara. 
Hoy desperté a las 5 am, como si fuera a trabajar, me levanté de la cama con la alarma, me bañé, me vestí, me peiné, alimenté a los perros y salí en punto de las 6:45. 
Y me di cuenta en el auto que no debía trabajar hoy y no estabas para detenerme en mi locura. Los lunes siempre llegaba 20 minutos tarde, porque siempre se te ocurría iniciar la semana con algo nuevo. 
El último lunes te pasaste, iniciaste con un infarto al miocardio. 

sábado, 2 de agosto de 2025

02 de agosto

Empieza a doler un poco tu ausencia. 
Esa ausencia de realidad. 
Hace una semana estábamos mirándonos cada uno a su lado de la calle, sonriendo como dos niños porque mi miedo a cruzar la calle estaba en mis ojos y tú risa dándome seguridad me llenaba de valentia. 
Después de un rato, crucé y te burlaste de mi mientras caminábamos hacia el restaurante. 
Comimos esa comida que a otros les parecería mala mala, pero que a nosotros nos gustaba, más por algo nostálgico. 
Platicamos y comimos por dos horas, posterior a eso caminamos hacia el Centro de Coyoacán y tomamos un café en el kiosco. Necesitábamos hablar de nuestras emociones, al parecer, nunca íbamos a dejar de tener temas de que hablar, hoy puedo enlistar 20 cosas que quisiera platicarte, desde la caída de tu hermano en el velorio, hasta las lágrimas de tu hermana más exageradas que el maquillaje en la fiesta de carnaval. 
Caminamos de regreso a casa.

Carta de despedida

Hace días dejaste de existir físicamente, después de muchos años, me dejaste sola. Me pidieron hablar en lo que en tu familia se conoce como...